Éxito internacional
Perrin posee 450 hectáreas de viñedos en la región francesa de la Provenza y exporta vino Côtes du Rhône a Estados Unidos, Asia y China. En los últimos veinte años, las ventas de esta empresa han crecido rápidamente, no solo por el éxito internacional de sus vinos, sino también por el auge de los rosados de alta gama. Para acompañar el ritmo de este crecimiento continuo, Perrin aumentó sus turnos de producción y decidió invertir en la modernización de sus operaciones de fin de línea, con el objetivo de impulsar su capacidad y su productividad. También era fundamental incrementar la flexibilidad para trabajar con una amplia variedad de botellas y formatos, desde la media botella hasta la mágnum.
La necesidad de contar con un socio sólido
Con el aumento de las ventas, el nivel de sofisticación y automatización se convirtió en un elemento fundamental para esta operación vitivinícola a gran escala, que produce en la actualidad 35 millones de botellas al año.
«La regla de nuestra familia es innovar sin perder la tradición», explica Pierre Perrin, Operations Director de la empresa. Perrin sabía que, para encontrar una solución holística y personalizada, podía confiar en la sólida capacidad de Sidel en materia de innovación tecnológica, así como en su experiencia en ingeniería y diseño. «Sidel estuvo a nuestro lado mientras modernizábamos nuestras herramientas de producción e incrementábamos nuestro rendimiento por hora. Naturalmente, recurrimos a ellos porque son especialistas».
La calidad del servicio ofrecido confirmó que la familia Perrin había acertado al elegir a Sidel. «Para mí, además de la calidad de su asesoramiento, lo que importa realmente es la asistencia que proporcionan antes, durante y después de la venta —continúa Pierre Perrin—. Indudablemente, el servicio posventa supuso el cincuenta por ciento de nuestra elección. Por eso Sidel es uno de nuestros socios».
Innovar para una avanzada flexibilidad
Perrin fue el primer cliente de Sidel que probó la Cermex FlexiPack, y su equipo de trabajo colaboró con buena disposición y de manera activa con los ingenieros de Sidel para optimizar su fiabilidad y su funcionamiento. Esta máquina permite realizar cambios de formato rápidos e impecables en tan solo unos minutos, gracias al ajuste automático de las vías y el cabezal de prensión. La empacadora también permite crear con facilidad nuevos formatos directamente desde su intuitiva interfaz humano-máquina (HMI, por sus siglas en inglés), que guía a los usuarios paso a paso. A FlexiPack le precedió una solución DiviArm, que permite una fluida distribución de las botellas en vías a la entrada para evitar colisiones que puedan dañar las etiquetas.
Además, en el caso del paletizado, Perrin demostró su voluntad de innovar eligiendo una solución robotizada, una rareza en el sector del vino, que el cliente seleccionó por su flexibilidad. El compacto PalVite 4000 se controla a través de la HMI casi por completo, desde los cambios de formato —que solo requieren un ajuste manual del girador de cajas a la entrada del paletizador— hasta la creación de nuevos patrones de paletizado.
Una solución personalizada
A veces, desarrollar una nueva solución en instalaciones ya existentes requiere competencias especiales, que Sidel ha adquirido a lo largo de sus 40 años de experiencia en el sector del vino y las bebidas espirituosas. El desafío de este proyecto consistía en diseñar una solución personalizada que pudiese trabajar con la diversidad y particularidad de los formatos de Perrin, por una parte, e integrarla en un espacio restringido, por otra.
«La instalación fue compleja, dado que el edificio no estaba pensado para líneas de producción tan grandes. Tuvimos que mover hacia atrás las paredes para que las máquinas cupiesen —explica Baptiste Andrieu, Technical Coordinator—. Además de las limitaciones de las instalaciones, teníamos formatos de botellas y cajas muy específicos. Todos se adaptaron a nuestras instalaciones y nuestras necesidades, y hoy en día funciona muy bien. Se tuvo en cuenta cada detalle».
De los logros de hoy a los éxitos de mañana
La modernización fue un éxito, ya que aumentó la producción, al tiempo que redujo la cantidad de tareas manuales. Anteriormente, se requerían hasta cinco operadores para el funcionamiento, pero el nuevo fin de línea solo necesita dos técnicos. Este cambio fue de gran valor durante la pandemia, ya que Perrin pudo confiar en esta línea completamente automatizada, así como en la capacidad intrínseca de Sidel para supervisar y controlar la línea a distancia.
Sidel diseñó su solución para Perrin dejando un margen para el crecimiento, con lo que anticipó el auge de las ventas internacionales y también una colaboración continua a largo plazo con este socio clave en la industria del vino. «Como todas las empresas familiares, somos fieles cuando trabajamos con socios que nos proporcionan respuestas —agrega Pierre Perrin—. Así sucedió durante todo este proyecto, y por eso Sidel es nuestro socio. Estamos plenamente satisfechos con el resultado».